Rusia fascista, la homofobia y el racismo amparados en el arte

Ha causado revuelo (no lo suficiente según mi parecer) una reciente fotografía protagonizada por Dasha Zhukova, una ex modelo burguesa nacida en el seno de una familia rica y esposa del multimillonario Roman Abramovich. En esta fotografía vemos como Dasha posa indolentemente sobre una silla-maniquí, representando como una mujer negra prácticamente desnuda amarrada en una posición de completa sodomización. Sin lugar a duda la fotografía ilustra una dominación sexista, racista y clasista en donde la mujer es representada como un cuerpo cosificado y por ello un cuerpo que puede ser violentado y dominado. El capitalismo ha llevado a esta cosificación de los seres humanos, un movimiento deshumanizante donde todo puede tener valor de cambio y por lo tanto permite este basureo ya que una cosa se puede vender, pisar y también violentar. La lógica mercantilista en este sentido se compenetra perfectamente con el machismo y la xenofobia donde la jerarquía imaginaria y arbitraria pone su pie sobre quien se desea dominar. Sin embargo, el evidente machismo y clasismo se vuelve invisible a los ojos de una sociedad ya amaestrada en esta manera de vivir y ver la vida, ya que no es primera vez que la mujer es cosificada y mostrada como un mero objeto sexual y de utilidad (En esta oportunidad de utilidad domestica). Solo que en esta ocasión el suceso ha causado más revuelto ya que ha sido relucido por una doble carga: de violencia y racismo totalmente explícito.

Como he mencionado anteriormente, la mujer es constantemente reducida a un mero objeto, ya sea como objeto sexual, objeto de reproducción, de trabajo etcétera, etcétera; y son las imágenes públicas que vemos día a día quienes mejor evidencian este hecho ya que lo hacen sin cuidado maquinando y adoctrinándonos a través de la empatía. Sin embargo, en esta ocasión se produce un shock visual y mental ya que se ha cosificado literalmente a la mujer, el realismo del maniquí es tan potente que pareciera no haber claridad en si efectivamente es o no una persona real. Este juego de ilusión y de realidad es lo que tanto choca porque sin quererlo hace alusión y reflejo de la situación actual en la cual muchas miradas se pierden entre el reconocimiento de la mujer como objeto o ser independiente y para sí.

Por otro lado, hay que recalcar la fecha en la cual fue publicada esta foto: el Día de Martin Luther King, quien fue un constante luchador por los derechos civiles de los afroamericanos. Quien desee negar y confundir dicha intencionalidad con una simple coincidencia, bienvenido sea al rebaño de la hipocresía. A pesar de esta evidencia, muchos han comentado que es una exageración las respuestas negativas que ha tenido esta fotografía alegando a su carácter artístico. Sin embargo creo que justamente, si es que se puede sacar una observación positiva a este suceso es que justamente el conjunto en sí es una obra de arte en el sentido de que es un claro y preciso reflejo del real racismo, clasismo y machismo de Rusia y muchos países actuales. Es una obra de arte en cuanto que está representando la asquerosidad actual, la hipocresía e inconciencia de nuestras prácticas e ideas machistas.

Dasha Zhukova ha apelado a su inocencia pidiendo disculpas y declarando no ser racista. En primer término pienso que si realmente no tuviera responsabilidad alguna, simplemente no habría razón por la cual pedir disculpas y por otro lado no sé si creer a la inocencia de su intencionalidad. Sin embargo, de ser así no quita de ser grave, justamente porque en su actuar inconsciente se encuentra y se ha reflejado el más verídico entramado de ideologías machistas y racistas. Esto da evidencia de que tan profundamente está instalado el patriarcado y la naturalidad con la cual se tiene adoptada el sometimiento en las familias burguesas. Dasha simboliza la negación y el desconocimiento del patriarca que tenemos dentro hasta el punto de hacer vista gorda a los propios actos.

Alexander Kargaltsev, un artista ruso gay, decidió responder ante este insulto con otra fotografía en la cual es un hombre negro quien se encuentra sentado sobre un hombre blanco, los dos totalmente desnudos. Alexander Kargaltsev se vio forzado a partir de su país a causa de la total violencia psicológica y física que se ejerce en dicho país hacia lxs homosexuales. Cabe recordar que en Rusia se ha aprobado una ley que sanciona la propaganda homosexual lo cual ha conllevado a que cualquier demostración pública de homosexualidad puede ser sancionada por posible promoción de homosexualidad en los niños. Dicha ley ha conducido a una ola de actos violentos hacia los homosexuales. Es increíble como en Rusia está permitido hacer publicidad machista, xenófoba y que promueva la homofobia pero no así alusión a la homosexualidad. La violencia hacía la mujer y la xenofobia es más permitida en este país que la existencia de una orientación sexual distinta a la heteronorma.

Por su puesto la iglesia ortodoxa rusa y el actual gobierno son base y promotor de esta mórbida y patógena búsqueda de limpieza homosexual y xenófoba para así mantener las prácticas e ideologías tradicionales. El paternalismo del estado se encuentra en su apogeo en un país donde la discriminación y la violencia es protegida y quienes más se encuentran vulnerables son quienes no se adhieren a esta dictadura ideológica y política. De toda esta noticia al menos podemos sacar cierto despertar; porque el patriarcado se encuentra siempre escondido, esta vez tenemos el oscuro privilegio de verlo sin mascaras en un país que representa sin excusas ni vergüenza la asquerosidad del mundo patriarca y católico en el cual nos encontramos hoy.

Melu