#YoAbortoEl25deJulio:
Feminismo en llamas.
Cuando hablamos
de aborto, no hablamos solamente de un procedimiento médico. Sino que se alude
a un entramado de problemas sociales y derechos vulnerados.
Las sin derechos.
Cuando nombramos
la palabra “Derecho”, enseguida se
instala el tema del derecho a la vida, del derecho del feto e incluso entramos
a un debate bio-ético en el cual se enmarca la pregunta “¿Cuándo comienza la
vida humana?”. Al centrarnos en lo anterior invisibilizamos los derechos de la
mujer, lo que no es nuevo, corresponde a la segregación histórica del género
femenino. Se omite, no es tema y por tanto no existe la mujer, incluso al
hablar del aborto siendo que éstas son las protagonistas. Se pone en tela de
juicio la vida del feto, lo buena o mala madre y, se ignoran los derechos
reproductivos, la autonomía personal y corporal, la dignidad, la planificación
familiar, salud y educación.
Derechos Vulnerados.
Con autonomía personal se hace
referencia a la libertad
de todas las personas de elegir su proyecto de vida, sin intrusiones de ningún
tipo, especialmente por parte del Estado. Este derecho, al igual que otros, se
encuentra interrelacionado con el derecho a la dignidad, a la libertad de
expresión, de pensamiento, etcétera. Cuando se habla de autonomía corporal,
refiere a la libertad de todas las personas a decidir sobre su propio cuerpo,
sin intromisión de ningún tipo. Estos dos derechos, que no van por separado,
garantizan la dignidad y la libertad de las personas. En consecuencia a las
normativas legales y sociales, es necesario entonces repasar estos derechos que
están siendo vulnerados.
Haciendo hincapié en los derechos reproductivos, el
derecho a controlar su propio cuerpo y su vida reproductiva es una cuestión no
anexa al derecho a la autonomía personal y corporal, sino que es parte esencial
de este y de la dignidad de las personas.
Los derechos reproductivos abarcan más que el derecho a abortar, implica todo
lo pertinente a la vida sexual y a la planificación familiar. Es decir, también
es un derecho planificar cuántas veces quieres parir, si te quieres ligar o no
las trompas etcétera. Hace no mucho tiempo estos derechos fueron vulnerados en
EEUU cuando a mujeres latinas les obligaron a firmar contratos en inglés que
consentían su esterilización, programas de “control de la población” similares
se utilizaron en afro-americanas, nativas americanas, inmigrantes, empobrecidas,
entre otras. Como vemos, la vulneración de estos derechos tiene larga data y
distintas formas.
Derecho a la Salud. La Organización Mundial de la
Salud define el derecho a la salud como “un estado de
perfecto bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades” y el Comité Internacional de Derechos Humanos
dice que “el derecho a la salud entraña libertades y derechos. Entre las
libertades figura el derecho a controlar su salud y su cuerpo, con inclusión de
la libertad sexual y genésica (…) incluido el acceso a la planificación de la
familia”. Entendiéndose de esta forma la planificación familiar y la
libertad de decidir sobre el propio cuerpo están consagradas como una expresión
del derecho a la salud. El hecho que las instituciones de salud no atiendan
ante la necesidad del aborto y el que se prohíba o restrinja un método
anticonceptivo es una vulneración de derechos. Chile no es un país pobre en
tecnología médica, el que exista una sola muerte por aborto clandestino es inaceptable,
un crimen del Estado.
La educación, el conocer, es fundamental para que
se puedan ejecutar decisiones libres. Como hemos mencionado en otros escritos; la
educación, tanto su modelo como su contenido, es filtrado y estructurado según
los intereses económicos y morales de sus sostenedores y, en beneficio del Estado y el sistema imperante. La educación
sexual es una materia que está lejos de estar exenta de intereses morales y económicos, lo enseñado
en estas clases es a temer al sexo por contagio de ETS, pero no lo que respecta
al ámbito sexo-afectivo. En estas escuetas clases se ignoran realidades,
remitiendo a este caso, se omite la existencia del aborto por lo cual no se
habla ni se enseña sobre este. Esto causa que tengamos una población
desinformada que recurre a métodos abortivos riesgosos. Es necesario destacar
que si bien la persona cuente con todos los recursos educacionales, puede de
igual forma quedar embarazada, pero ya sea esto valorado como irresponsabilidad
o no, no se le puede obligar a ser madre, pues vulnera los derechos anteriormente
mencionados.
Aborto Terapéutico ¿Qué feto puede ser abortado?
Con “aborto
terapéutico” se hace referencia a que se puede ejecutar un aborto ante ciertas
situaciones, las autoridades políticas chilenas señalan estas tales como;
inviabilidad de la vida del feto, riesgo de la vida de la mujer y violación.
Resulta al menos
curioso que sea ilegítimo que un embarazo no producto de violación no pueda ser
interrumpido y sí el que es producto de una violación, o sea “el derecho a la
vida” depende de la forma en que dicho fue concebido. Suponiendo que el feto
posee humanidad, ¿Hay fetos con menos derechos
a gestarse que otros? ¿Cuál es la base argumentativa de esto? ¿Por qué
es terapéutico abortar en casos de violación y no en otro? La distinción entre
qué feto merece ser abortado y cuál no se contrapone a los argumentos de los autodenominados
“pro-vida” que velan por la integridad del feto.
No existe
justificación teórica ni práctica que respalde esto. Abortar, como se mencionó
antes, es un procedimiento médico, por lo cual apela a la salud, a lo
terapéutico. Por consiguiente, todo procedimiento médico abortivo tiene fines
terapéuticos. ¿De quién es la idea de que se aborta por diversión o vicio? ¿A
quién se le ocurre que el aborto no tiene que ver con la salud mental y física?
¿Quién determinará lo que es o no terapéutico?
Adopción
No fue hace mucho que en un foro realizado en una
universidad preguntaron si no sería mejor que se diera en adopción, haciendo
relación a parejas homoparentales en vez de que se aborte. La respuesta es un no rotundo. Porque el dar en
adopción no supone el ser “no-madre”, todo lo contrario, se asume el título de
“mala madre” y la mujer se vuelve portadora de las sanciones sociales
establecidas. Por otro lado, la prohibición del aborto en pro de las
maternidades y paternidades de terceras personas, vulnera derechos como la
autonomía corporal, derechos reproductivos, etcétera como se mencionó al
principio de este escrito. La idea de no abortar para que adopten terceras
personas perpetúa la lógica de la cosificación del cuerpo, de la incubadora
humana, del “prestar el cuerpo” como una vez mencionó Ena Von Baer.
Un
Problema Social; aborto y clase.
Sin duda nos
encontramos con serias falencias en nuestros sistemas de salud y educación que
reproducen la problemática social. El problema social no es el procedimiento
médico en cuestión, sino que radica en su clandestinidad. Para justificar esta
aseveración, resulta indispensable incluir el elemento “clase”.
Dada la
situación actual respecto a la legislación del aborto; la clase dominante, o
sea el sector socioeconómico privilegiado, posee los medios económicos para
viajar al extranjero y realizarse un aborto seguro o acceder a centros
clandestinos, que por su carácter ilegal tienen altos costos, pudiendo tener de
alguna forma u otra, acceso a un procedimiento médico seguro. Mientras que por
otro lado, las mujeres pertenecientes al sector más empobrecido de la sociedad quedan
al alero de métodos abortivos inseguros, de la criminalización y malos tratos
en centros de salud, etcétera. Los abortos clandestinos son un problema para el
sector empobrecido de nuestra sociedad, para el enriquecido es cuestión de contactos
y de dinero. Mientras algunas mujeres se van a abortar al extranjero en una
clínica con todas las medidas sanitarias requeridas, otras abortan en su
habitación, con tallos de apio, golpeándose el estómago, falleciendo.
La solución a
esta problemática no va encaminada por la prohibición ni por el seguimiento,
los abortos se practicarán con o sin consentimiento del Estado y por ende las
medidas represivas sólo reforzarán las dinámicas recién nombradas. Para
encaminar una solución a esto, es necesario que se reconozca la realidad del
aborto; luchar contra la penalización social instaurada en el imaginario
colectivo; que el aborto sea un procedimiento gratuito, apelando a tener un
sistema de salud público gratuito; que
el aborto sea libre, que no se establezcan parámetros arbitrarios que restrinjan
el procedimiento y vulneren la autonomía personal; y legal, pues no basta con
que no se penalice, su licitación permitiría una reforma en lo que respecta a
lo educacional, la salud y lo preventivo. Esta problemática es una primera
vista de un problema social macro que desenmascara otros. Como es el caso de la
educación y la salud; la unión Iglesia-Estado; los conflictos de clase; la
violencia por género; etcétera.
Invitación
Invitamos
nuevamente a todas las personas a que se hagan partícipes de la marcha a favor
del aborto libre, gratuito y seguro que, al igual que el año pasado, se
realizará el día 25 de Julio, desde Plaza Italia hasta donde lleguemos. Link para leer y firmar la declaración de la Coordinadora Feministas en Lucha: Declaración Marcha por Aborto libre, seguro y gratuito.
Link evento marcha FB: https://www.facebook.com/events/531982636906596/547325932038933/?notif_t=plan_mall_activity
