Velatón por Daniel Zamudio,
27-03-2013
https://www.facebook.com/events/139124976266924/?ref=22
Hace un año en el parque San Borja, ocurrió un crimen de odio ejecutado por nazis y que hasta el día de hoy no es posible percibir los resultados de un proceso judicial que no da indicios de justicia ni castigo alguno. Los implicados en el asesinato de Daniel Zamudio todavía se encuentran impunes pero apresados y apelando a la ley que tiene el mismo nombre que el asesinado, la ley antidiscriminación, con el fin de abolir una sentencia por su crimen protegido. Esto nos lleva a lo mismo que venimos declarando hace un año, esta fue una ley migaja con la cual la derecha se lavo las manos, para sacarse de encima la ola de críticas que trajo consigo la muerte de una persona simplemente por no pertenecer a la heteronormatividad obligatoria que sostiene y mantiene tanto la iglesia, la derecha y la concertación.
Entendemos esto como un hecho político, un crimen de odio el cual la sociedad no ha sabido abordar y en donde no hacemos la crítica como un sector oprimido desde una perspectiva socio política, y con un ojo crítico y analítico. Más allá del dolor causado por la tortura realizada a un individuo por su condición de no-heterosexual, debemos entender este evento como un reflejo de la sociedad; en donde la ley que fue establecida supuestamente para defendernos, no nos apoya, y más aún, donde los mismos agresores se intentan amparar en ella.
Se evidencia que hoy en día, teniendo en cuenta una ley que se refiera al tema y con el tema puesto en la palestra, no hemos sido capaces como sociedad, como sector y más aún como izquierda de enfrentarnos cara a cara con el tema y entender que la confianza en el parlamento no nos dará respuesta ni solución a los derechos que nosotros exigimos; si bien la democratización de derechos es una bandera de lucha válida que hasta cierto punto nosotros también izamos, debemos tener la claridad pertinente en cuanto a la necesidad de que las demandas democráticas son sólo una parte de la lucha y que nuestras demandas también deben enfocarse a temas de mayor urgencia, como es una ley de identidad de género, la indemnización a víctimas de crímenes de odio en los sectores oprimidos, una educación laica, intercultural, 100% financiada por el Estado y con control triestamental, donde se instalen temas de la diversidad sexual con incidencia real de parte los estudiantes; una ley de aborto garantizado y 100% financiado por el Estado, posibilidad de integrar al trabajo a compañerxs de nuestro sector y la garantía de que en sus espacios pertinentes sean tratados con dignidad y respeto.
Profundizando y sin dejar el tema del asesinato de Daniel, debemos recordar las muertes impunes y que como sociedad también pasamos por alto: cientos de prostitutas, de homosexuales y trans que han sido masacradxs y asesinadxs; y que más allá de que neonazis sean autorxs de la mayoría de estos crímenes de odio, estos hechos de violencia se reflejan día a día en sectores fascistas, por la misma izquierda en su mayoría machista que todavía no se libera del sesgo moralista de la iglesia que impone la heteronorma, los roles y la opresión de género, la cual la derecha hoy en día impulsa y reafirma.
Que el dolor y la impotencia supere el malestar individual, como A Quemar el Clóset llamamos para el día 27 de marzo a una velatón para rememorar el asesinato de odio hacia un miembro de la comunidad LGTTTBIQ, para que no vuelva a pasar por alto, ya que si nos tocan a unx, nos tocan a todxs; dicho esto hacemos un llamado desde la organización, a hacer un frente de lucha que se pare frente al estado y frente a quienes nos agreden, y dar cara para exigir nuestros derechos.
Hace un año en el parque San Borja, ocurrió un crimen de odio ejecutado por nazis y que hasta el día de hoy no es posible percibir los resultados de un proceso judicial que no da indicios de justicia ni castigo alguno. Los implicados en el asesinato de Daniel Zamudio todavía se encuentran impunes pero apresados y apelando a la ley que tiene el mismo nombre que el asesinado, la ley antidiscriminación, con el fin de abolir una sentencia por su crimen protegido. Esto nos lleva a lo mismo que venimos declarando hace un año, esta fue una ley migaja con la cual la derecha se lavo las manos, para sacarse de encima la ola de críticas que trajo consigo la muerte de una persona simplemente por no pertenecer a la heteronormatividad obligatoria que sostiene y mantiene tanto la iglesia, la derecha y la concertación.
Entendemos esto como un hecho político, un crimen de odio el cual la sociedad no ha sabido abordar y en donde no hacemos la crítica como un sector oprimido desde una perspectiva socio política, y con un ojo crítico y analítico. Más allá del dolor causado por la tortura realizada a un individuo por su condición de no-heterosexual, debemos entender este evento como un reflejo de la sociedad; en donde la ley que fue establecida supuestamente para defendernos, no nos apoya, y más aún, donde los mismos agresores se intentan amparar en ella.
Se evidencia que hoy en día, teniendo en cuenta una ley que se refiera al tema y con el tema puesto en la palestra, no hemos sido capaces como sociedad, como sector y más aún como izquierda de enfrentarnos cara a cara con el tema y entender que la confianza en el parlamento no nos dará respuesta ni solución a los derechos que nosotros exigimos; si bien la democratización de derechos es una bandera de lucha válida que hasta cierto punto nosotros también izamos, debemos tener la claridad pertinente en cuanto a la necesidad de que las demandas democráticas son sólo una parte de la lucha y que nuestras demandas también deben enfocarse a temas de mayor urgencia, como es una ley de identidad de género, la indemnización a víctimas de crímenes de odio en los sectores oprimidos, una educación laica, intercultural, 100% financiada por el Estado y con control triestamental, donde se instalen temas de la diversidad sexual con incidencia real de parte los estudiantes; una ley de aborto garantizado y 100% financiado por el Estado, posibilidad de integrar al trabajo a compañerxs de nuestro sector y la garantía de que en sus espacios pertinentes sean tratados con dignidad y respeto.
Profundizando y sin dejar el tema del asesinato de Daniel, debemos recordar las muertes impunes y que como sociedad también pasamos por alto: cientos de prostitutas, de homosexuales y trans que han sido masacradxs y asesinadxs; y que más allá de que neonazis sean autorxs de la mayoría de estos crímenes de odio, estos hechos de violencia se reflejan día a día en sectores fascistas, por la misma izquierda en su mayoría machista que todavía no se libera del sesgo moralista de la iglesia que impone la heteronorma, los roles y la opresión de género, la cual la derecha hoy en día impulsa y reafirma.
Que el dolor y la impotencia supere el malestar individual, como A Quemar el Clóset llamamos para el día 27 de marzo a una velatón para rememorar el asesinato de odio hacia un miembro de la comunidad LGTTTBIQ, para que no vuelva a pasar por alto, ya que si nos tocan a unx, nos tocan a todxs; dicho esto hacemos un llamado desde la organización, a hacer un frente de lucha que se pare frente al estado y frente a quienes nos agreden, y dar cara para exigir nuestros derechos.
¡A Quemar el Clóset!
30 de Marzo del 2013. La Otrx Marcha
(A más de un año del asesinato de Daniel Zamudio)
Este 30 de marzo a más de un año de la muerte de
Daniel Zamudio
Declaramos:
- Que su tortura y muerte no sólo constituye un crimen de odio, sino que además tiene un carácter político que deriva de la mayor violencia a la que estamos expuestos quienes no gozamos de privilegios de clase.
- La invisibilización de numerosos otros casos de crímenes de odio ocurridos antes y después de éste –dentro de los cuales la violencia a lxs compañerxs trans– nos parece particularmente más preocupante por ser parte de un ocultamiento mucho más sistemático, del que no sólo participan los medios de comunicación, sino la sociedad y el sistema político en su conjunto.
- Que es insuficiente una iniciativa jurídica (la Ley Anti-Discriminación) que nace con las manos atadas y durante el gobierno de Sebastián Piñera, como un salvataje que calma los ánimos y busca cumplir esa promesa de campaña: “El será nuestra voz”.
Rechazamos:
- La instrumentalización política dirigidas desde las cúpulas de organizaciones como MOVILH e =Iguales, que se han adjudicado la representación de una colectividad LGBT que no existe como bloque único.
- Una pretendida homogeneidad dentro de la comunidad LGBT que no se corresponde con la imagen unívoca que buscan instalar estas organizaciones, puesto que existe una diversidad de formas de vivir la sexualidad y el género.
- Las aspiraciones de representación política de una figura como Rolando Jiménez quien no sólo ha exhibido un estilo autoritario a la cabeza de las instancias en las que participa, sino que también ha manifestado su abierto desinterés y desvinculación de demandas de género y sexualidad como el aborto y las infecciones de transmisión sexual; así mismo se trata de un dirigente que ha demostrado una nula sensibilidad –y abierto desprecio– con todas las formas de sexualidad que se desvíen de la heteronorma.
Como Coordinadora de Organizaciones Di- -Sexuales en Lucha llamamos a marchar este 30 de marzo en un bloque disidente, que manifieste su voluntad de luchar por otra política, de forma solidaria, horizontal, democrática y autónoma tanto del electoralismo solapado que buscan imponer unos pocos en nombre de muchxs como del tipo de modelo social, político y sexual que estas organizaciones promueven.
CoDiSex
https://www.facebook.com/events/274643076003294/?ref=22
Declaramos:
- Que su tortura y muerte no sólo constituye un crimen de odio, sino que además tiene un carácter político que deriva de la mayor violencia a la que estamos expuestos quienes no gozamos de privilegios de clase.
- La invisibilización de numerosos otros casos de crímenes de odio ocurridos antes y después de éste –dentro de los cuales la violencia a lxs compañerxs trans– nos parece particularmente más preocupante por ser parte de un ocultamiento mucho más sistemático, del que no sólo participan los medios de comunicación, sino la sociedad y el sistema político en su conjunto.
- Que es insuficiente una iniciativa jurídica (la Ley Anti-Discriminación) que nace con las manos atadas y durante el gobierno de Sebastián Piñera, como un salvataje que calma los ánimos y busca cumplir esa promesa de campaña: “El será nuestra voz”.
Rechazamos:
- La instrumentalización política dirigidas desde las cúpulas de organizaciones como MOVILH e =Iguales, que se han adjudicado la representación de una colectividad LGBT que no existe como bloque único.
- Una pretendida homogeneidad dentro de la comunidad LGBT que no se corresponde con la imagen unívoca que buscan instalar estas organizaciones, puesto que existe una diversidad de formas de vivir la sexualidad y el género.
- Las aspiraciones de representación política de una figura como Rolando Jiménez quien no sólo ha exhibido un estilo autoritario a la cabeza de las instancias en las que participa, sino que también ha manifestado su abierto desinterés y desvinculación de demandas de género y sexualidad como el aborto y las infecciones de transmisión sexual; así mismo se trata de un dirigente que ha demostrado una nula sensibilidad –y abierto desprecio– con todas las formas de sexualidad que se desvíen de la heteronorma.
Como Coordinadora de Organizaciones Di- -Sexuales en Lucha llamamos a marchar este 30 de marzo en un bloque disidente, que manifieste su voluntad de luchar por otra política, de forma solidaria, horizontal, democrática y autónoma tanto del electoralismo solapado que buscan imponer unos pocos en nombre de muchxs como del tipo de modelo social, político y sexual que estas organizaciones promueven.
CoDiSex
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