Respecto a lo acontecido el 25 de julio de 2013, después de la marcha por
el aborto libre, gratuito, donde varixs manifestantes entramos a la catedral de
forma espontánea; se ha puesto a la palestra la necesidad de un aborto libre y
gratuito, que tal vez sin esa irrupción en la catedral hubiese sido una materia
desapercibida. A causa de ese suceso, surge un debate sobre el discurso del
respeto y la tolerancia en democracia.
Se nos tilda de irrespetuosxs, intolerantes, etcétera. Nuestra postura ante
lo acontecido puede explicarse cuestionando la idea de tolerancia y respeto que
ha aprehendido el poder del discurso de la inclusión social; discurso erróneo
al decir “inclusión”, ya que la necesidad de cambio no radica en que seamos
incluidos y tolerados en un sistema, sino que radica en la necesidad de un
cambio social donde todxs podamos respetar la diferencia sin tener que tolerar
o adaptarnos a un sistema en vez de cambiarlo, al existir un reconocimiento
mutuo de nuestras diferencias habría una transformación social en donde nadie
es incluido en la sociedad por esa especie de culpa o lástima, sino que todxs
seríamos parte de ella (por ejemplo; no es lo mismo educación inclusiva que
coeducación, la primera incluye toda una diversidad de sujetos pero no da
cuenta de sus diferencias, en cambio la segunda da cuenta de ellas).
El concepto “respeto” ahora es usado por nuestros explotadores y opresores, lo vemos explícitamente cuando neo-nazis y otros acuden a la Ley Anti Discriminación. ¡Indignante! Una burla democrática, una burla de los opresores que se empoderan de cualquier lucha a su favor. ¿Se puede respetar a quién no te respeta, a quien te golpea, oprime, explota y mata? Me parece que no, que tiene un límite. Cuando hay alguien/algo que nos oprime, en este caso el poder de la Iglesia Católica, tendemos a subordinarnos a la opresión o enfrentarla, el enfrentar no significa que sea siempre una vía violenta ya que puede ser mediante el dialogo, la concesión, la democracia como es entendida en su general más primitivo. Pero acá el dialogo existió, ha sido un debate eterno entre quienes planteamos la emancipación de los cuerpos y la Iglesia Católica que se niega a separar la política de su moral; dialogo en el cual la única postura escuchada de la Iglesia, dejando siempre por debajo o callando la voz de lxs oprimidxs y explotadxs; un monólogo mentiroso que se traduce en la influencia violenta de la Iglesia en nuestra sociedad y en nuestros cuerpos, violencia ante la cual no tenemos defensa en el ámbito político social por el sencillo hecho de que quien nos violenta controla la sociedad.
El concepto “respeto” ahora es usado por nuestros explotadores y opresores, lo vemos explícitamente cuando neo-nazis y otros acuden a la Ley Anti Discriminación. ¡Indignante! Una burla democrática, una burla de los opresores que se empoderan de cualquier lucha a su favor. ¿Se puede respetar a quién no te respeta, a quien te golpea, oprime, explota y mata? Me parece que no, que tiene un límite. Cuando hay alguien/algo que nos oprime, en este caso el poder de la Iglesia Católica, tendemos a subordinarnos a la opresión o enfrentarla, el enfrentar no significa que sea siempre una vía violenta ya que puede ser mediante el dialogo, la concesión, la democracia como es entendida en su general más primitivo. Pero acá el dialogo existió, ha sido un debate eterno entre quienes planteamos la emancipación de los cuerpos y la Iglesia Católica que se niega a separar la política de su moral; dialogo en el cual la única postura escuchada de la Iglesia, dejando siempre por debajo o callando la voz de lxs oprimidxs y explotadxs; un monólogo mentiroso que se traduce en la influencia violenta de la Iglesia en nuestra sociedad y en nuestros cuerpos, violencia ante la cual no tenemos defensa en el ámbito político social por el sencillo hecho de que quien nos violenta controla la sociedad.
Ese día nos encontramos con la Catedral en nuestro camino, símbolo concreto
del catolicismo y el acaparamiento de recursos, nos encontramos a ese opresor
intransigente que se ha dedicado históricamente a imponer sus leyes morales
sobre nuestros cuerpos, asesinándonos, dominándonos, oprimiéndonos y
adoctrinándonos. Ahí estaba la institución abstracta que se le vio una cara; la
Iglesia que con su ilegítimo poder hegemoniza la educación y crea un orden
social a su favor, condenándonos a quienes no tienen sus mismas creencias a una
vida de miserias. Al entrar, todxs éramos uno, un sentimiento compartido, democrático,
el dialogo era el del sentir; una vez dentro, lo que vivíamos era euforia,
euforia en su estado más puro, fue la liberación de la rabia de los cuerpos
oprimidos contra su opresor. Fue un sacrilegio dijeron, ¡pero qué sacrilegio
más bello! La satisfacción no fue romper un florero ni rayar un edificio, fue
enfrentar al opresor sin rostro, que ahora se veía en las caras indignadas del
clero por atrevernos a responder a su violencia. Reaccionamos ante nuestro
atacante, del cual ninguna ley nos defiende, fue autodefensa, en sí violenta y
con motivo.
Dont like transgendered people I think theyre freeks. I dont have a problem with people being gay but why pretend to be a woman when you were born as a man and why pretend to be a man when you were born as woman? Dont feed me any bullshit about people being "born this way" were not at a fucking lady gaga concert. Its disgusting and should be banned. Dirty tranny fuckers!
ResponderEliminarannunaki....what country is this ? colombia ? peru?